sábado, 3 de mayo de 2008

SEMANA 9ª

Cómo pasa el tiempo! Hace nada recibíamos a Chayo y el viernes de la semana pasada ya la tuvimos que despedir; eso sí, después de que finalmente conociera Granada (el día antes de irse). Pero no penséis que me quedo sola en casa, porque en cuanto abro la puerta aparece “el pollo” o Ricarda, según sugerencia de Chayo, al que podéis conocer en la foto, donde pasea por la cama de Ricardo (¿has visto cómo ha crecido?).

Y el otro día me apareció un gatito que no sé de dónde ha salido. No sale de casa si no lo saco y no sé qué hacer con él (o ella).

Además parece que se ha redefinido el Fondo Rotativo como microfinanciera, Rubén sigue con sus formaciones, tuvimos Asamblea de Estudiantes, hicimos múltiples gestiones diversas ante diversos organismos públicos, que no todas las necesarias y el puente sigue palante.

También conocí el Sol (la comunidad) el sábado pasado, a donde fui con Luis M. y Coni de visita al curandero de la zona, y estuve bailando en la fiesta de los alumnos de 5º, con una polvareda tal que tuve que dejarlo después de comer kilos de polvo y ponerme los pies tremendos.

Pero la noticia de la semana fue el asesinato ocurrido el domingo a la mañana en La Pintada, por parte de un hijo de doña Chica, a resultas de un antiguo ajuste de cuentas que, como pasa en estos casos, tendrá su continuación.

2 comentarios:

Mª Jesús dijo...

Bueno, acabo de llegar a casa después de la asmablea Malinche en los Chozos, donde sabes que te hemos echado de menos. Y como llevaba mucho sin meterme en tu blog, pues me he decidido. Lo tienes precioso con las fotos. Y lo del gatito, quédatelo, que son muy lindos. Llámale Chusín o Chusina en mi honor. Y ánimo, que no hago más que pensar que estás solita. Un besazo.

Manolo Santiago dijo...

Vaya ajetreo de vida nica al suave duro que me llevas, querida Fátima. Espero que tengas ratitos de descanso también...
Qué movida lo del asesinato, caramba, y en la Pintada que parecía la comunidad más tranquila y civilizada, con gente jóven... joder!
Mucho besos, Manlo