El domingo 18 me lo pasé de visita en la Bernardino, la comunidad donde había estado hace 13 años, viendo los progresos (nueva escuela, depósitos de agua y agua corriente en las casas) y charlando con los vecinos (en la foto con María y su hermano Terencio).
También han aparecido las primeras tormentas, han florecido los Malinches,
y los cactus (pero las flores sólo duraron un día), se ha puesto todo verde y, algunas noches, han iluminado el paisaje las quiebraplatas (o luciérnagas); cuando ha coincidido con un apagón de luz y luna llena resultaba mágico, como hadas revoloteando por aquí y por allá (creo que son así). Pero, no ha sido posible conseguir una foto. Tendréis que imaginarlo.
Y nació el hijo de Coni y Luis Manuel, algo prematuro, pero sin problemas y sin cesárea (aunque en un parto largo, porque intentaron atrasarlo). Y sin nombre, claro; y todavía no se han decidido.
Y el puente avanza, aunque tenemos algún atraso. Y el paso provisional se ha puesto fatal de lodo. A ver si lo arregla la alcaldía.